lunes, 9 de agosto de 2010

El tour del archipiélago (Parte 2)

Moi moi!

Esta vez sí. Por fin se anuncia una segunda parte y se hace. Cumpliendo lo prometido, como ZP. Pero antes de ir al turrón, un breve apunte científico. Si sois observadores os habréis dado cuenta de que la cantidad de entradas por mes ha ido disminuyendo paulatinamente desde el invierno hasta ahora. Casualidad? Nein mein klein. Según nuestros cálculos, el numero de posts es inversamente proporcional a la temperatura exterior en Turku, es decir, más calorcito implica menos posts. Y esto tiene su lógica: en invierno se está mejor en casita escribiendo pendejadas (cuando no se está patinando sobre hielo, esquiando o en un avanto) , y en verano hay que aprovechar para ir a la playuki, a una casa de verano, viajar, ganar mundiales de futbol... Por lo tanto, desde Pelando Rábanos predecimos que la gráfica de entradas por mes de este nuestro blog muy probablemente seguirá una curva gaussiana con el máximo en el mes más frío, y esta tendencia se repetirá anualmente hasta el año 2012, donde la gráfica se truncará cuando se acabe el mundo. En realidad los finlandeses sobreviviremos gracias a nuestros refugios anti-zombis, pero como seguramente no habrá internet a esas alturas, el blog se quedará ahí empantanado en el hiperespacio forever and ever. Esas son nuestras previsiones, exactamente igual de fiables que las del IPCC. O incluso más fiables.

Y después de esta bella introducción positivista y autobombista, vamos a lo que vamos: el Tour del Archipiélago!


Día 2:

Si recordáis la primera parte de la saga, el día 1 llegamos a Nagu, donde pasamos la noche. El segundo día de recorrido lo comencé con una sorpresa matutina: al levantarnos, cuando me miré el antebrazo me topé con esta maravilla de la naturaleza:


Bultacooo! No creo que fuese un mosquito. Como biólogo descarté inmediatamente esa opción y viendo el tamaño del bulto me decanté por pensar en otras posibilidades más reales. Para mí que lo que me picó fue: un gremlin malo (concretamente el verde de la cresta), un pterodáctilo hematófago, o un vampiro-mutante-zombi con mu mala leshe.
Hemos aprovechado la coyuntura para mostrar gráficamente una de las características que debe poseer un buen ciclista: el moreno selectivo. Un perfecto moreno ciclista siempre ha de tener una raya que separe perfectamente la parte sometida a radiación solar de la región del brazo que queda oculta por la camiseta (o en su caso el maillot amarillo).

Una vez comprobado que el bultaco no suponía ningún riesgo para mi supervivencia, proseguimos con nuestras actividades normales. Desayunamos ricamente al lado del campamento, y de repente empezaron a llegar familias con niños suecoparlantes que luego supimos que eran de una escuela de verano, y comenzaron a bañarse en el Báltico sin tiritar ni nada.Si ampliais la foto, a la derecha se ve la tienda donde dormimos. Es lo único azul de la foto, por la derecha.


Entonces decidimos que ya que llevábamos 24h montados en la bici sin lavarnos, era hora de cuidar un poco de la higiene personal. Ayuda que el Báltico sea un mar casi sin sal, con solo 6 g/l de sales frente a los 35 g/l de los océanos y mares normales. Y nos dimos un regenerante chapuzón matutino para lavarnos y despertarnos.

Una vez limpios de cuerpo y mente reanudamos la marcha rumbo a lo desconocido. Por cierto que al salir del improvisado campamento vimos un hermoso cartel de "Prohibido acampar" justo donde habíamos pasado la noche. Spanish style! ;)


La idea original era dar la vuelta entera por las islas en sentido horario, pero como narraremos a continuación, fialmente el recorrido fue sustancialmente modificado. Para que el respetable se vaya situando, aquí esta el Mapa del Día 2:


View Ruta en Bici Día 2 in a larger map

Salimos de Nagu pero esta vez no siguiendo la carretera 180, como hasta entonces, sino que decidimos dar un pequeño rodeo por un carril de tierra para bicis, que era más largo pero sin duda más bonito y tranquilo que ir por donde la carretera. Además, la zona por la que pasamos se llamaba Sexnappa. Quién rechaza pasar por un sitio con ese nombre? Nadie.
Al llegar a Korppo se nos presentó la decisión dicotómica que cambió el rumbo del viaje: vamos al Norte para Norrskata, o al Oeste hacia Houtskär? O lo que es lo mismo, hubo que elegir entre vuelta corta o vuelta larga, respectivamente. Obviamente, nuestras piernas decidieron que mejor tomar la ruta corta, visto que la media diaria era de 60 Km y la larga habrían sido 250 Km. Y allí que fuimos rumbo Norte. Cruzamos en ferry y almorzamos tranquilamente en la isla de Norrskata en el sitio de la foto. Sobre los ferrys ya hablaremos en un apartado especial más adelante.


La isla ofrecía poco más. Tras recorrerla y comprobar que no había mucho que hacer allí, decidimos tomar otro ferry dirección Norte y seguir con nuestro camino around the world. Como andábamos perdidos, decidimos preguntar a alguien por el camino hacia el puerto, y los únicos que vimos fueron una pareja que iba con una niña comiendo tranquilamente un helado por uno de los desiertos caminos de la isla. Cuando empezamos a hablar, resulta de que el nota era colombiano, de Bogota! Se confirma: el mundo es un pañuelo.
Cuando llegamos por fin al puerto (gracias a la mujer del colombiano) para nuestra sorpresa resulta que no había ferry ni ese día ni el siguiente! Así que nos vimos atrapados en la isla sin posibilidad de salida al Norte, y con nuestros planes truncados. Algo así como LOST, pero con más sentido todo, y sin tías buenas. Un consejo para la juventud: siempre consultad los horarios de los ferrys antes de un viaje, chavales! Así evitaréis sorpresas desagradables. Eso le sucedió a uno que yo conozco, que planeó una ruta en bici con un amigo para ir alrededor del Mediterráneo empezando por España y llegando hasta Francia, y se quedaron atrapados ya en el principio porque no sabían que Marruecos tiene la frontera cerrada con Argelia. Pero ese es otro tema. Por cierto, esos chavales eran franceses.


Visto lo visto, no nos quedó otra que volver a Korppo y allí empalmar un ferry con otro e irnos hacia el Oeste para avanzar lo más posible antes del anochecer. Así llegamos hasta un pueblo (aldea, pedanía o lo que sea) llamado Näsby, donde cenamos y pasamos la noche. La cena la hicimos en un puertecito superbacano, donde nos metimos entre pecho y espalda unas mega-burgers bien merecidas tras otros 60 Km en las patas. Se adjunta prueba gráfica del tamaño de la hamburguesa. Tras cenar buscamos un sitio para acampar. Andábamos apurados porque estaba chispeando y se anunciaba lluvia. Les preguntamos a los únicos 3 seres humanos que vimos por la calle, y resulta que no eran humanos: eran músicos que estaban en un campamento de música o algo así. Y para demostrar one more time que el mundo es un pañuelo, hablando con los payos me comentaron que en ese curso había un saxofonista que toca también en la Axelbandet. Lo dicho: mundo = guardanapos.
Finalmente llegamos a una playita no prohibida (cremos) donde plantamos la tienda y pasamos la lluviosa noche.





Día 3:

El último día de periplo insular nos levantamos temprano (a las 7 o así) con estas espectaculares vistas desde la tienda:


Tras desayunar y recoger el campamento, fuimos a la oficina de turismo (que estaba DENTRO del supermercado del pueblo) para programar la vuelta a a civilización sin sorpresas ni estancamientos. Y estudiando el tema con el simpático informador turístico y cajero, la única opción posible que encontramos, dado que teníamos solo 1 día para llegar a Turku, era volver a Nagu de allí tomar el único barco que sale al día hacia Hanka, y de allí pedalear hasta Naantali y luego a Turku. Y eso hicimos. Tuvimos alguna parte del recorrido en plan contra-reloj, sin poder pararnos porque teníamos el tiempo más o menos justo para ir cogiendo los ferrys uno tras otro. Si llegamos a pinchar o a retrasarnos algo, cagada gorda! Pero no fue así, todo se desarrolló sin incidentes y según lo previsto. 90 Km para completar el regreso a Turku!

Mapa del Día 3:

View Ruta en bici Dia 3 in a larger map

En Nagu tuvimos incluso tiempo de almorzar una pizza tranquilamente antes de coger el barco que nos llevaria hasta Hanka. Por cierto, fue el único barco de pago que tomamos en todo el camino: 8 € por hora y pico de recorrido. Eso sí, para mi gusto, la parte más bonita del viaje fue ese trayecto en barco y el trozo de después.


Ese recorrido fue espectacular, aunque con algunas cuestecitas que no nos queremos ni acordar, ni nosotros ni nuestras torturadas patas. Pero ese relieve tan hijuemadre para las piernas del ciclista hace que hayan puentes y viaductos con unas vistas magnificas. Paramos un rato en uno de ellos para descansar antes de llegar a Naantali.


Y el trayecto final fueron los 15 Km que separan Naantali de Turku. Lo tomamos en plan tranquilo, algo así como la última etapa del Tour de France cuando todo está decidido. Entre que ya llevábamos 200 Km en lo alto y que no había que correr para llegar a una hora determinada a un ferry, íbamos que nos adelantaban hasta las abuelitas en bicicleta. Durante unos instantes incluso dudamos en coger un bus y meter las bicis en el maletero y punto. Pero al final llegamos pedaleando a Turku!

Como la entrada ya está quedando bastante larguita, en unos días habrá una tercera entrega del Tour del Archipiélago, especialmente dedicada a todo el material adicional que se nos queda en el tintero: más fotos de paisajes y de nosotros (para nuestras fanes femeninas), y los videos on-board. Algo así como el disco de extras de las ediciones para coleccionista de las pelis buenas en DVD. Pero gratis!


Pues eso. En unos días, el fin de la trilogía de entradas del Tour del Archipiélago.

Mientras tanto, no olviden supervitaminarse y mineralizarse!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran descripción de un viaje estupendo!

Añadiría el momento del ataque de los mosquitos-tigre en Näsby.

Un abrazo!

Carlos

Nando dijo...

Yeah!

Joer que miedo de mosquitos, agolpados en la puerta de la tienda cual enjambre de zombis, esperando una brecha en las defensas para entrar y comernos.

Espero ansioso la salida al mercado del DVD editado de los videos on-board del viaje.

Abrassus bro!

ZAS dijo...

Jejeje!! Fue inevitable acordarme de mi pequeño viaje al Delta del Ebre, en bicicleta y completamente intoxicada (de repelente).

Las proporciones son incomparables, pero... valió la pena recordar!