domingo, 9 de mayo de 2010

Pelando Rábanos sobre ruedas

Quiubo mijitos!

En Pelando Rábanos estamos de estreno. Hemos pasado a un nivel evolutivo superior. Se acabó el tiempo de ser un pringao que va andando a todos lados. Tras la desaparición del hielo en la ciudad, hemos decidido convertirnos en personas decentes y adquirir un par de bicicletas Made in Finland!



Y es que parece que por fin llega el buen tiempo. Si consultáis la meteo de Turku, para la semana que entra se anuncian más de 20ºC, todos a la vez. Habrá que ir sacando los abrigos de verano.

Volviendo al tema bicicleteiro, todos coincidiréis en que cuando hace bueno apetece un montón ir a conocer los alrededores de la ciudad, para lo cual una bici se presenta como la mejor opción. De ahí que en la última semana hayamos decidido hacernos con un par de bellas ciclas.

Desde Pelando Rábanos apostamos por las cuatro R: reciclar, reparar, reutilizar y reducir (el consumo, se entiende). Por eso no nos hemos comprado bicis nuevas (aunque nuestros millonarios salarios nos lo habrían permitido sin problemas) sino que decidimos adquirir modelos locales y usados. Así cuidamos el planeta, fomentando el localismo frente a la globalización, y seguimos a pies juntillas las cuatro R. Y a continuación, pasamos a contaros el maravilloso origen de ambas bicicletas.



La Negribici es la azul/morada (ved la foto y decidid vosotros mismos qué color es ese), y la compramos de segunda mano en una tienda cercana a la casa. Está en perfecto estado, y mola porque tiene freno de tambor de esos que hay que darle para atrás a los pedales. Es de marca TUNTURI. Y ahora, se siente pero toca un poco de paliza histórica abuelo cebolleta style. Las bicis Tunturi (pronunciado algo así como túnturri) son originarias de Turku. Su origen se remonta a los años 20, cuando unos hermanos turkulainens pusieron un taller de reparación de bicicletas, que con el tiempo fue creciendo y evolucionando hasta ser la marca de bicis más extendida en Finlandia y parte de Europa. Estaban hechas en una fábrica aquí al lado, pero con la globalización llegó la deslocalización de las empresas y ahora las fabrican en Hungría. Pero nunca perderán su espíritu suomi.

La Nandibici es la verde con la horquilla amarilla. Tiene una historia más auténtica, con comienzo triste melodramático pero con final feliz. Fue abandonada a su suerte en el Kauppatori por algún ser malvado, que la dejó herida en la rueda de atrás y sin candado. La pobre bici pasó varios días de sufrimiento y soledad a la intemperie hasta que una amiga erasmus con un gran corazón la rescató y la llevó refugiada a la student village. Allí estuvo un tiempo hasta que la buena joven no tuvo más remedio que deshacerse de ella por no poder atender sus necesidades. Entonces yo me ofrecí a repararla y a proporcionarle un lugar digno donde cobijarse. Me la llevé al turunkeli, la acomodé en el balcón, compré repuestos, la reparé, y desde entonces es mi inseparable compañera de viajes.

Una vez provistos de nuestras MacNíficas bicis, lo próximo fue la seguridad. Los seguidores habituales del blog ya sabréis que a los finlandeses les gusta usar el casco para todo, como para hacer esquí, patinar sobre hielo, e incluso para jugar al béisbol finlandés! Por eso nos compramos unos cascos mega-guays, que además nos servirán para cuando tengamos los patines. Ya están temblando los free-stylers turkulainens!



Pues esa han sido las historias de nuestras bicis turkulainens. A ver lo que nos duran. Turku es un lugar supertranquilo y seguro donde nunca pasa nada, pero según me han informado, las bicicletas son una de las pocas cosas que roban. Ya conozco a 2 personas a los que han robado 1 bici por aquí. Por lo visto hay mafias que las llevan hasta Estonia para venderlas allí. Claro que esto no es nada si lo comparamos con Sevilla, donde conozco a miles a los que les ha desaparecido la bici. Por ejemplo, a mi amiga Marikerstain la suya le duró tan sólo 1 noche, curiosamente aparcada en el bloque donde yo vivía, pero tengo coartada para demostrar que no fui yo. Mi amiga Bea tuvo más suerte en su barrio y pudo disfrutar la suya durante al menos 4 días. Y mi compi Caracol ya va por su quinta bici desde que llegó a la capital andaluza, pues le han mangado 4, y aparte varias veces le han roto cosas al no poder llevarse la bici entera (hay que ser hijodep...).

Esperemos que a nosotros nos duren al menos hasta que llegue el invierno, y esta temporada primavera/verano os podamos contar mil y una aventuras sobre ruedas.

Moi moi!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

miedo me da tu casco...
jorge

Anónimo dijo...

20 grados....dios mío...dónde hay que comprar los billetes para turku??? Y ya has tardado en adquirir bici, yo no puedo vivir sin mi niña. La pobre tiene la cadena hecha unos zorros. A pesar de que la he dejado abandonada durante un duro invierno me sigue queriendo .... :-)

Rosanna

Fernando dijo...

Estáis los dos "pa chillaros" con los cascos.
Seguid así que "me parto" con vosotros.
Anda que la Negri nó tiene "guasa ni ná".

Nando dijo...

Precisamente ayer hablando tras el ensayo con un saxofonista del grupo, resulta que trabajó un tiempo en la fábrica de Tunturi. El nota tiene una bici guapísima hecha por él a partir de un cuadro prototipo y componentes que fue recolectando de la fábrica. Mola!
Por cierto que mi bici es de la marca Helkama, también Made in Finland, of course.
Moi moi!

Anónimo dijo...

Soy Vero!!!
Interesante historia la Nandibici, yo hago lo mismo k tu amiga, rescato bicis en las mismas condiciones k la Nandibici!!!!
Haleja
Vero