martes, 3 de enero de 2012

Fin de año en Turku

Hyvää uutta vuota!

Como ya debéis saber, estas navidades las hemos pasado en Turku por primera vez. En la entrada anterior os contamos la Navidad (ver abajo o pinchando AQUÍ), y en esta os narraremos detalladamente lo acontecido durante el Fin de Año!

Antes de nada unos datos acerca de los últimos días de 2011. Seguramente no os habréis enterado porque no ha aparecido en las noticias internacionales (creo), pero resulta que entre Navidad y el fin de año han hecho unos días tormentosos del copón, tanto que sólo los más viejos del lugar recuerdan cosa igual. Ha llovido bastante, pero lo peor ha sido el viento. Y como estaban haciendo temperaturas positivas, la conjunción de viento del copón con suelo mojado ha dado como resultado la caída de miles de árboles en Finlandia, especialmente en el sector sur-occidental (el nuestro). Y los árboles tienen la fea costumbre de caer sobre cables de teléfono y de electricidad, o encima de carreteras y vías de tren, causando cortes en los transportes y comunicaciones, los muy hijos de... que por algo en finés se les llama "puuta". No ha habido víctimas mortales (que sepamos) porque como os narramos en el pasado los finlandeses están preparados para hacer frente a guerras y a ataques de zombis (ver AQUÍ), así que lo que principalmente ha habido son daños materiales. De hecho casi todos mis compañeros que viven lejos de la ciudad (a 20 km o así) han sufrido en sus cannes morenas el estar varios días sin luz. Incluso una de mis compis que vive en una isla cercana a Turku me contó que en la isla de al lado la gente se quedó varios días aislada por la anegación del único puente que la une a tierra firme, aparte de estar sin luz ni teléfono, claro. Classy! A día de hoy aún quedan miles de hogares sin electricidad, para que veais que la cosa ha sido chunga. Por suerte en Turku no han habido problemas de cortes de luz, internet o similares, tan sólo un día la Negris tardó en llegar al trabajo 3h30 a la ida y 5h a la vuelta. Pero por lo demás bien. Para ver unos reportajes con fotunis de los desperfectos causados por la tormenta y de paso practicar un poco vuestro oxidado finés, podeis ver la noticia AQUÍ y AQUÍ



Ea, tras este breve interludio catastrófico pasamos a lo que es propiamente nuestra celebración del Fin de Año en Turku. Lo pasamos en la casa junto con unos amiguetes: una pareja húngara, un indio de La India (con su bello "la" delante, manque le pese a algún pijoprogre) y una finlandesa. Preparamos un opípara cena basada principalmente en la cocina española aunque con toques internacionales. 
Como se puede ver en la primera foto, hubo entrantes ibéricos recién llegados por correo desde la madre patria. Si sois observadores os daréis cuenta de varios detalles alegóricos, como el vaso de Cruzcampo con varios jugadores de la Selección Campeona del Mundo de Fútbol (y Negredo), donde para completar la grandeza bebí cerveza de una edición especial limitada conmemorativa de la Selección Campeona del Mundo de Hockey Hielo (una marca finlandesa ha sacado una colección de latas con el 6-1 que le metimos a los suecos en la Final). Y el bol del pan es de los Muumin!



Para reforzar la internacionalidad de la dieta, y como guiño a nuestro pasado parisino, compramos un foie de canard y lo acompañamos con su correspondiente mermelada de higos (ver foto a continuación). Ahí está, empezando el año como señores! No more tiesismo!


Tras los aperitivos en el salón-recibidor pasamos al salón-comedor de nuestra mansión para degustar la cena, que consistió en una caldereta de ternera acompañada de papas al horno y regada con vinos de diferentes nacionalidades (España y Hungría principalmente). De postre hubo mantecadería y turroneo variado también  llegado de allende los mares, y unas exquisitas magdalenas de pera y chocolate cortesía de los húngaros. Pero de eso no hay foto porque nos dedicamos a comer y no a echar retratos. 

Al filo de la medianoche teníamos pensado ir al centro a ver los fuegos artificiales, pero la verdad es que estábamos agustito en la casa y ese día ha sido de los pocos con temperaturas bajo cero de lo que llevamos de invierno. De hecho aún no había nevado casi nada, prácticamente hasta la tarde del 31 de Diciembre no habíamos visto el suelo blanco. Y mágicamente la última noche del año nevó e hizo negativo, lo que permitió que el 2012 entrara en Finlandia con las calles adornadas de nieve y con la luminosidad que esto provoca.
Como decíamos, al darnos pereza ir hasta el centro a pata decidimos ir a "la roca", que es una montañita que tenemos frente a nuestro edificio y que antiguamente era utilizada para las ejecuciones públicas. Desde allí se ve la torre de la Catedral y confiamos en ver bien los fuegos artificiales. He aquí las vistas nocturnas desde "la roca".




Así pues preparamos unos paquetitos con las 12 uvas para cada uno, el cava y las copas (sólo teníamos 5 copas de plástico, así que a mi me tocó beber en un vaso estándar) y cruzamos la calle para trepar a la roca y recibir el año nuevo con las campanadas de la torre de la catedral. Con tanto petarderío casi que no nos enteramos, ya que esa es la única noche del año en la que se pueden usar petardos y cohetes sin necesidad de permiso oficial, pero finalmente logramos comernos las 12 uvas con las 12 campanadas SIN RALENTIZAR. Todo un logro!





Y eso fue todo. Volvimos a la casa y seguimos bebiendo moderadamente hasta las 3 o así, que ya tenemos una edad como para estar por ahí trasnochando. 

Feliz 2012, que cumplais al menos parte de los propósitos de año nuevo, que los Mayas se equivoquen y no se acabe el mundo, y que sigais visitando Pelando Rábanos!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro mucho que h.pasado las primeras navidades "solos",en familia.

Anónimo dijo...

Ni que decir tiene que nos unimos a vuestro brindi de final de año 2011, ya que para ambos ha sido de gozo, El Doctorado yu el enganche de Martha al mundo laboral finlandes, que el 2012 os depare lo mejor de lo mejor, pero no perdais el grato recuerdo ni la nostalgia de nuestra tierra y sobre todo a los que con tanto cariño os recuerdan. Yeyos