Perkele, hace ya un mes que no escribimos! Es que desde que soy doctor estoy en un estado de limbo perenne; es como si tras haber tenido durante varios años una nube negra flotando sobre mi cabeza, de repente esta desaparece y por fin puedo volver a contemplar el cielo azul, disfrutar del sol de mediodía y de la fresca brisa de la mañana, por fin vuelvo a oir cantar a los pajarillos y a ver corretear a las ardillas frente a la ventana... pero todo esto por poco tiempo porque el invierno se acerca! Lo sabemos porque hay un bioindicador que nunca falla: se sabe que va a empezar al frío cuando hay que cambiar las ruedas del coche. Eso es así. Y estas son las ruedas de invierno:
A los habitantes de países sin nieve os sonará raro todo esto del cambio de ruedas, igual que a nosotros hasta hace bien poco, pero en lugares situados a latitudes altas es natural que los dueños de vehículos se vean obligados por ley a cambiar los neumáticos dos veces al año. Son las llamadas ruedas de verano (las de to la vida) y las ruedas de invierno, que son aptas para rodar cuando la temperatura baja de los +7°C, haya o no hielo. Y eso ya pasa en Finlandia a estas alturas, y seguramente el termómetro no vuelva a subir de los +7°C hasta la próxima primavera...
Volviendo a las ruedas, no voy a ponerme técnico ni a soltar datos existiendo la wikipedia (enlace AQUÍ). La cosa es que durante en este mes hay que cambiar los neumáticos del coche a la fuerza, o te puede caer una multa gorda. También hay ruedas de invierno para bicis pero esas no son obligatorias y da pereza ponerlas, y todavía da más pereza usar la bici en invierno.
Volviendo al tema automovilístico, hemos dedicado el dominguete a darle al gato y a las tuercas para ponerle al Chrysler las ruedas invernales. La suerte es que este año aún no ha nevado y las temperaturas rondan los +7°C, por lo que se puede estar en la calle un rato largo sin quedarse pajarito. Lógicamente las ruedas te las pueden cambiar en un taller, pero es mucho mejor ponerlas uno mismo, lo agradece el bolsillo y encima uno echa la tarde entretenido y haciendo algo de ejercicio.
Como somos neófitos en el tema recurrimos a un amiguete indio de la India, o como dicen los modernitos alternativos, de India (sin el la), que tiene a su vez un amiguete finlandés que accedió amablemente a instruirnos en el noble arte del cambio de neumáticos invernales, y entre todos colaboramos para cambiar en tiempo record las ruedas de 3 coches. No llegamos a los 2,9 segundos que tardan los mecánicos del Red Bull de Vettel, pero casi: 2,9 horas. Total, si le cambiamos la unidad es casi lo mismo. Y además nosotros tenemos mucho más glamour, y el que diga que no, que atienda a la foto siguiente:
Y en esas echamos la tarde del domingo. Ahora el Chrysler vuelve a ser legal, mi madre se quedará tranquila, y todos felices y contentos. Solo falta ver si cuando empieze de verdad el fresquete el coche arranca...
Permanezcan atentos a su blog favorito.
Chaus!
2 comentarios:
Menos mal!que los pelandorabaneros echamos de menoslos incidentes de esta famosa pareja.Ahora cuidadin con la nieve y los patinazos con y sin ruedas.bstos Nandimami.
Ya ves, a todo hay que habituarse. El cambio de neumáticos me parece una medida además de buena conveniente, pues la seguridad personal es lo más esencial. ahora la faena de hacerlo personalmente es más conveniente para el bolsillo, pero así son las cosas. Experiencia. YYeyos.
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