Libres! (al 80%)

Salam!

En estos últimos días nuestra vida ha cambiado completamente. Habréis notado que en este 2011 ha bajado considerablemente el numero de entradas rabaneiras, y posiblemente también su nivel. En las lineas que vienen a continuación intentaremos explicar el por qué de la situación, y compartiremos con vosotros nuestra alegría por tener a la vista el fin de un ciclo.

Comencemos siendo un poco introspectivos.

Este blog es nuestra pequeña ventana hacia el mundo. Tenemos a la familia y los amigos dispersos por países lejanos en diferentes continentes, y sabemos que se alegran de ver nuestras fotos y de compartir las experiencias que nos acaecen a este lado del Báltico. La gente que nos quiere se alegra al leer las entradas del blog. Mi padre por ejemplo (perdón, el Nandipappa) dice que siente como si le estuviese contando yo mismo nuestras peripecias.

Pero sucede que al escribir no puedo evitar el mostrar mi estado de ánimo. Aun no soy tan profesional como para mentir con las palabras sin que se note, como hacen los periodistas. Si estoy cansado, estresado, puteado... de lo último que tengo ganas es de sentarme en el ordenador a contar algo en el blog. Prefiero entonces no ponerme a escribir, porque seguramente en el resultado final se reflejaría ese cansancio, estrés, puteamiento... Y este es un blog buenrollista.

Normalmente disfrutamos al hacer cada entrada. El proceso es más o menos tal que así: yo voy juntando ideas y palabras, mientras la Negris va eligiendo las fotos. Ambos vamos dándole forma hasta que la entrada tiene mas o menos su estructura lógica. Al final del todo la repasamos antes de publicar; la Negris suele filtrar los posts (anda que habré escuchado pocas veces el ya mítico "como vas a poner eso?!") hasta que ambos quedamos contentos y publicamos.

Pero en los últimos meses no he tenido ánimo como para ponerme a escribir. Hemos hecho cosas, como contábamos brevemente en el post anterior: hemos recibido visitas, viajado, dado conciertos, ido a eventos artit-ticos... pero luego nunca había animo como para sentarse a escribir en el blog. Y todo ha sido culpa de esta criaturita:

La tesis! La p#&ç tesis! Una nube negra sobre mi cabeza, siempre ahí, no dejándome ver el sol. Una buena amiga turkulainen, ya doctora, que fue colega en Paris, me dijo el otro dia que al entregar uno se siente libre al 80%. Ahora os explicáis el título del post. Otro amigo mio, ingeniero, doctor y cooperante, dice que hacer una tesis es como llevar un traje de plomo que uno se quita cuando logra llegar a la defensa. De momento he terminado por fin el manuscrito, lo que según mis amigos sería lo equivalente a haberse quitado la chaqueta de plomo y ser libre al 80%. Entonces el día de la defensa, allá por Septiembre (I hope), espero defender la tesis delante del tribunal y por fin quitarme los pantalones gritando: LIBREEEERRRL!!!

Obviamente me refiero a los pantalones de plomo imaginarios. O eso espero. Ya os contaremos.

Ahora habría que explicar el por qué de llevar más de un año en Finlandia de "post-doc" sin haber terminado el doctorado, pero la corrección política me lo impide. Además seguro que de escribir aquí las razones la Negris no tardaría ni un minuto en gritarme el mítico "como vas a poner eso?!"

Así que en este punto vamos a acordarnos del gran Mourinho y de la frase mas épica que se ha pronunciado nunca en una sala de prensa: si digo lo que pienso mi carrera termina hoy.

Pues eso mismo. Hasta que no tenga mi titulito de doctor debajo del brazo, guardaré un bello e inteligente silencio, como el primero de los tres monetes sabios.

Ahora mismo lo peor ha pasado. Tras meses de correcciones a distancia, la tesis está finalmente impimida (o impresa), firmada por los que deben firmarla, y ahora solo es cuestión de tiempo y de burrocracia el llegar hasta la defensa. Aprovechamos para agradecer públicamente a mis compis del labo de Sevilla su ayuda con la entrega. Invitaremos a Cruzcampos en nuestro próximo paso por el norte de África! Ayer para celebrarlo salimos de cervezas con los compis del laboratorio turkulainen. Y las festividades se prolongaran a lo largo de toda la semana que viene en Finlandia, y pronto también en Espanja. No es para menos!

Como decíamos, las nubes negras han pasado, y lo hemos notado claramente en nuestros estados de ánimo. Hemos vuelto a sonreir. El sol ha vuelto a brillar en nuestras vidas. Nuestras auras vuelven a estar limpias y puras como el agua de un manantial cristalino de las montañas... Que volvemos a tener vida, en resumen.

Una de las primeras medidas que he tomado tras la liberación al 80% (aparte de ir a cenar con la Negris y de beber cerveza con los compis) ha sido la de volver a leer un libro. Más que leer, a disfrutar leyendo un libro, porque tras la entrega del bicho por fin tengo de nuevo tiempo. Y el libro que ando re-leyendo no podía ser otro que MOMO, de Michael Ende, uno de los más bellos que he leído, y que pienso que debería ser de obligada lectura tanto para niños como para mayores. Para el que no lo conozca, la sinapsis está accesible en el link anterior, pinchando sobre el título. Y con un extracto de este maravilloso libro, nos despedimos. Esperemos que no se pase por aquí la SGAE!

Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo.

Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, porque todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad, y otras, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos en esa hora.

Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón.

Y vaya, la última hora se nos ha pasado volando escribiendo esta entrada.

Hasta muy pronto! Peace and love!