sábado, 6 de abril de 2013

Pelando Rábanos en Laponia, parte I: hasta el círculo polar



Hola shavale!

Como adelantamos en la entrada anterior, en esta ocasión os narraremos nuestras aventuras y desventuras allende el círculo polar. La segunda semana de Marzo la pasamos al fresco de viajito por Laponia. Fueron 9 días maravillosos que detallaremos en orden cronológico. Así que sin más dilación, ahí vamos al tema que te quema.

Día 1: Oulu y el couchsurfing

Salimos un Sábado por la mañana del Espoonkeli a bordo de nuestro incansable Neoncete en dirección a Oulu.  Tampoco teníamos un interés especial en esa ciudad pero pilla de camino al Norte. Fueron 625 kilómetros conduciendo del tirón, sólo parando un par de veces para repostar. Es lo que tiene el tener un coche de 2000 cc, más de 10 años, y con un depósito de solo 40 litros, que hay que parar para llenar más que para vaciar la vejiga. 
Lo más excitante de este día fue el probar por primera vez el couchsurfing. Para el que no conozca lo que es, se trata de una iniciativa por internet mediante la cual puedes quedarte en casa de gente cuando viajas por ahí, o puedes ofrecer tu casa, o literalmente tu sofá (que se dice couch en inglés), a viajeros desconocidos. Es bastante seguro, la gente tiene sus valoraciones cual vendedores de ebay, así que si alguno es un asesino en serie o algo pues no hay ningún problema porque las víctimas le pondrán comentarios negativos y así no irá nadie más a quedarse ahí. Así que fuimos mirando perfiles de gente con positivos y solicitamos asilo a un húngaro de más o menos nuestra edad que vive cerca del centro de Oulu, y con él nos quedamos esa noche. Bien la experiencia, era un tipo muy simpático e interesante, buena gente. Si hay que poner un pero sería el que la casa no es que fuera la más limpia del mundo. Pero para una noche bien. Básicamente llegamos tardecito, dormimos, y al día siguiente salimos por la mañana para continuar nuestro viaje. 


Día 2: Salida de Oulu y llegada a Iso Syöte

Oulu es una ciudad chica pero la más grande del Norte. Parece bonita, aunque habrá que volver porque con la rasca que estaba haciendo la visitamos a la velocidad de la luz. Fuimos al centro de turismo pero al ser Domingo no había nada abierto, y cuando estábamos a punto de congelarnos tuvimos que refugiarnos en lo único disponible: el MacDonalds! Lamentable y totalmente en contra de nuestros principios, pero era eso o quedarse más tieso que la rodilla de un pingüino. Ahí va una fotuni de Oulu para atestiguar que ahí estuvimos.


Tras la breve visita seguimos rumbo a Iso Syöte, donde pernoctamos un par de noches. Es un hotel situado en la cima de una montaña donde hay un resort de esquí, justo al lago de un parque nacional. Flipamos con el paisaje de la zona. Especialmente la Negris tenía como una de sus metas personales del este viaje el ver en persona una de las imágenes típicas de Laponia: los árboles completamente cubiertos de nieve. Y en este sitio los vimos, a pesar de no ser propiamente Lapland todavía, y lo que es classy total es que no teníamos ni que salir de la habitación! Esta era la vista desde nuestra ventana:



Al llegar al hotel desembarcamos y nos fuimos a dar una vuelta por el bosque nevado. Fuimos caminando por una pista de esquí de fondo, aprovechando que por ser temporada baja no había ni la Toti. En medio del paseo el cielo comenzó a ennegrecerse y en un rato nos cayó una nevada del copón. De eso no hay fotos porque tampoco era plan de jugarse la integridad de la cámara al principio del viaje. De todas formas logramos sobrevivir y volver al hotel sanos y salvos. Atended qué belleza de naturaleza!







Y ese día poco más. Cena en el hotel (tampoco había nada más en muchos kilémetros a la redonda) consistente en carne de reno en sus diversar formas, y a descansar para el día siguiente.


Día 3: esquí, piscina y sauna

El tiesismo del couchsurfing lo dejamos atrás la primera noche. A partir de ahí como señores: hoteles y cabañas, que para algo estábamos de bien merecidas vacaciones. Estas eran las vistas desde donde se tomaba el desayuno (click para verla grande):


A la izquierda del restaurante del hotel estaban las pistas de esquís. Y como en Finlandia las montañas escasean, decidimos aprovechar que estábamos en una de las pocas elevaciones medianamente decentes del país para dedicar el día al noble arte del esquí alpino. Personalmente yo solo he esquiado en Finlandia, y estas pistas son las más largas en las que he estado: 1,2 Km! Impressive!



Al que haya estado en los Alpes, como la Negris, o en Sierra Nevada, le parecerá una caca, pero para el nivel Suomi no está mal. Recordemos que aquí el esquí de verdad es el nórdico o de fondo (el que hacía el presidente Aznar) y al esquí que es cuesta abajo se lo considera de perrunos porque casi no hay que hacer fuerza, la gravedad lo hace todo. Aún así, ambos cansan, cada uno a su manera. Así que tras el esquí para reponer fuerzas nos comimos unas makkaras (salchichas) hechas en un fuego al lado de la pista de esquí, donde estuvimos conversando con una familia muy simpática también Espoolainen como nosotros y que andaba por allí también de vacaciones invernales. Muy agradable todo. Y de ahí a una sesión de piscina más sauna para estirar y relajar los músculos.
Pero de esto último no hay imágenes. Decidimos olvidar la cámara y relajarnos, lo que vienen a ser vacaciones de las de verdad, sin pensar en el blog ni ná. Echamos un día magnífico pero para nosotros se queda la mayoría.

Eso sí, más tarde dimos otro paseo para hacer fotos al atardecer. Ahí va el resultado!








Día 4: el zoo de Ranua

 Para el cuarto día teníamos reservada una cabaña por dos noches en Rovaniemi, pero a mitad de camino se encuentra la localidad de Ranua que tiene uno de los pocos zoológicos del mundo con especies polares. Muy interesante. Como biólogo y amante de los animalejos no podía dejar escapar la oportunidad de visitarlo, así que tras descongelar el coche nos dirigimos a echar el día en tan bello lugar. A pesar del frío estuvo genial. Como en casi todo el viaje estuvimos prácticamente solos en la visita. El zoo está muy bien, está construido en medio de un bosque y los bichejos tienen bastante espacio para deambular y hacer sus cosas de animales. Es interesante ver toda la colección de rapaces de latitudes altas (el búho nival mola, si no que le pregunten a Harry Potter), a los osos polares, los osos normales, linces...












Tras dos horejas viendo animalejos al borde de la congelación (nosotros, porque a los animales se les veía en su ambiente) nos refugiamos en el café del zoo para reponer calorías y grados centígrados antes de continuar el viaje hasta Rovaniemi. Tras el refrigerio pusimos rumbo Norte hacia la siguiente etapa: la Santa Claus Village! Sí amigos, dormimos al ladito del mismísimo Joulupukki, también conocido como Santa Claus o Papá Noel. De hecho al estar haciendo el check-in en la recepción salió a saludarnos en persona! Se nota que no había clientes por ser temporada baja y un día entre semana, y el hombre salió a ver si alguien le daba conversación. Es muy simpático, estuvimos platicando de nuestras cosas: de que el tiempo estaba mejorando, de qué tal el trabajo, de que si habíamos sido buenos, y ya si eso que qué queríamos para Navidad, de que los niños de hoy namás que piden mariconadas, de que les iba a hacer un ERE a los duendes... Ya sabéis, esas cosas que se comentan entre vecinos.
Tampoco tenemos fotos de esto porque no nos pareció correcto. Vosotros acaso os hacéis fotos cuando os cruzais con un vecino? Pues eso. Además el payo cobra 15 leiros por el tema si te la haces en el sitio ese donde se la hace todo el mundo. Pero como nosotros no somos turistas sino viajeros (nivel de hipsterismo aumentando) pues no hay foto del encuentro. Ea. Eso sí, tras el check-in fuimos corriendo a hacernos unas fotunis en el monumento al círculo polar para inmediatamente subirlas al facebook (nivel de hipsterismo al mínimo). Un sitio muy chungo lleno de tiendas de souvenirs, lleno de japoneses mandando postales desde el Correos oficial de Santa Claus, con hilo musical de villancicos en toda la village...







Y como decía Mayra Gómez Kemp, hasta ahí puedo leer. Como la cosa está quedando larga cortamos aquí. Os emplazamos a visitar en breve este nuestro blog para la segunda entrega de nuestra aventura allende el círculo polar, que vendrá cargada de adrenalina y diversión. Huskis, auroras boreales, motos de nieve, carreras de renos, coche congelado...

Hasta pronto shavale!