Si empiezas a hablar diciendo eso, una de dos, o estás en un juicio (según lo que hayas hecho, si has sido malo: de acusado, y si has sido peor: de abogado), o defendiendo una tesis doctoral. En mi caso el pasado Viernes me las ví en lo segundo. Defendiendo mi tesis!
Tuve que ir a Sevilla para ello. Por motivos que queda feo exponer en público, muchos sabéis que llevo más de año y medio en Turku como pseudo-post-doc, trabajando en otros temas y esperando a que entidades superiores tuviesen a bien dejarme presentar la tesis. Y por fin ese día llegó. Se conjuntaron los planetas, logré el anillo único para controlarlos a todos, reuní las 7 bolas de Dragón, abrí el tercer ojo (o el cuarto, según se mire), y por fin los D10Ses consideraron que estaba preparado para ser Doctor en Biología por la Universidad de Sevilla. Algo al alcance de sólo unos pocos elegidos. Ya se encargan las becas de la Junta y del Ministerio de eso, de que cada vez sean más pocos los elegidos. Pero eso es otro tema. A lo que voy, por fin pillamos un vuelo y nos plantamos en el norte de Marruecos para tan esperado evento.
La semana en Sevilla personalmente se me pasó volando. Llegué un Sábado y la tesis sería el Viernes siguiente. En principio tiempo de sobra, pero como a Finlandia he venido a trabajar, tuve que dedicar toda la semana hasta el Jueves a las 2 de la noche a preparar la presentación. Durante la semana tuve que hacer varios ensayos delante de mis supervaisors, y me salieron a cual peor. Es lo que tiene dejar las cosas para última hora. Pero como los grandes, el día de la verdad ahí estuvo el tío, más tranquilo que un koala, y sin necesidad de tomar pastillas chungas pa los nervios. Autocontrol!
Durante la semana estuve bastante nervioso y cagao, de hecho creo que es la única vez en mi vida que he vuelto a Sevilla y no sólo no he engordado sino que he perdido al menos un kilo de abdominales. Porque me estresaba sobre todo pensar que el tema no lo tocaba desde hacía 2 años. Pero a la hora de la verdad la cosa fue smooth. Me tranquilizó sobre todo un consejo que me dieron. Mientras que mi jefe me metía presión diciendo que "el tribunal era muy fuerte", que "la tesis había levantado mucha espectación", y bla bla bla, una colega ARGENTINA (con mayúsculas por ser Tierra Santa) me dijo que lo que le dijo a ella su jefe antes de su defensa fue la siguiente grandeza: "tú tranquilo/a, que mientras no vomites y no te desmayes, con soltar cualquier cosa y medio responder a las preguntas que te haga el tribunal, ya eres doctor/a". Grande!
Y me vino bien especialmente este consejo. Pero aparte recibí otros muchos de doctores frescos y añejos que me sonaban a topicazos pero que realmente son l'avangelio. Estos son:
- al principio estás muy nervioso, pero a partir de la tercera diapositiva te relajas y disfrutas.
- prepárate bien el principio, de memoria, que si empiezas bien te tranquilizas.
- piensa que tú eres el que más sabe de tu tema en el mundo.
- al final nada más te preguntan de lo que has hecho en la tesis y eso te lo sabes perfectamente, no te pongas a estudiar otras cosas.
- la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar.
Bueno, el último a lo mejor es de una peli (creo que de Two girls, one cup), pero a que queda bien?
Y con todo esto, y pensando en la libertad que tendría al terminar, al final dos orejas y rabo! Sobresaliente cum laude! (sea lo que sea eso). Y a celebrarlo a lo Usaín Bolt!
Y a hacerme unas fotunis con mis ya ex-compis de Sevilla (qué pena!).
Me dio muchísima alegría el que bastante gente querida viniese a la defensa, hubo familiares y amigos que aunque no aparecen en las fotos allí estuvieron. No hay más fotunis porque yo no tenía cámara (bastante tenía con lo mio) y a la Negris al ver todo tan serio le dio vergüenza hacer fotos con la reflex. Pero si teneis alguna que quereis que suba, mandádmelas y las adjunto. Confiamos en la abuela Manola!
Aunque no haya más fotos siempre guardaré el recuerdo en mi corazón. Gracias por estar ahí en este momento tan importante, shavale!
Es costumbre (al menos en Sevilla) ir tras la defensa a almorzar a un restaurante bueno con el tribunal y los directores de tesis, ya doctores todos. Es como la puesta de largo. El paso de ser un p#&o becario a un Señor Doctor. Personalmente me lo pasé muy bien, fuimos a un sitio bastante lujoso y con una comida excelente, tanto que estaba allí comiendo el mismísimo Lopera! Cuando pasé para ir al servicio me miró y sonrió, a lo que aproximé el tercer ojo a la pared y corrí a echar el pestillo. Pero no nos salgamos del tema doctoral. Muy bien todo, el jamón excelente, un foie exquisito, la lubina fresquísima, y todo acompañado de magníficos vinos (tinto y blanco). Y os voy a contar un secreto: todo sabe mejor siendo doctor!
Tras el almuerzo quedé con la Negris para ir a hacer un mandao (os contaré en futuras entradas, pero tranquilos que no es nada sessuar, sino musical) y nos dimos cuenta de que casi no nos habíamos visto en toda la semana! Dimos un paseíto por el río y el centro disfrutando por fin nuestro amor, y de ahí a la casa a cambiarse, y a celebrarlo a la vera del río Guadalquivir, aprovechando los más de 20°C de la noche sevillana!
Para acabar fuimos a un karaoke a echar unos cantes jondos (que vivan los Chichos!) y antes de dormir a comerse algo a un Mexicano que abre toda la noche. Y a la cama llegamos a eso de las 6am, reventaicos pero felices. Y al día siguiente pa Málaga en coche con el Pali, de ahí vuelo a Helsinki con escala en Barcelona, y hasta Turku en bus. Palizón! Pero bueno, para nosotros queda el que (con permiso de la boda)
ha sido el día más feliz de mi vida.
Ni más ni meeenooos, ni más ni meeeeenoooo!!!
Atentamente,
Dr. Nando, PhD
