Perdón por la tardanza en escribir, pero es que hemos estado de vacaciones. Mejor dicho, hemos estado en LAS VACACIONES, porque son las únicas que vamos a tener este verano. Es lo que tiene empezar un nuevo trabajo, que los días libres escasean. Solo tengo una semana este verano, y para aprovecharla nos hemos ido al sur, como buenos nórdicos. Como han pasado muchas cosas en ese tiempo, tenemos a bien dividir lo acontecido en varios capítulos de una serie llamada:
Ha sido una semana y media muy completa. Muy a nuestro pesar, no nos ha dado tiempo a ver a todos los amigos y familiares que hubiésemos querido, pero hemos hecho lo que hemos podido. Como todo ha sido muy caótico, la única manera que se nos ocurre para ordenar las diferentes entradas de esta serie es por temas. Así, para empezar con la acción comenzamos con la temática de bodas y aniversarios. Como con el titulo del post muchos os habréis quedado picuetos, explicaremos que las vacaciones las comenzamos celebrando nuestro primer aniversario de bodas y las terminamos en la boda del que fue uno de los testigos de la nuestra. Vamos por orden cronológico pues.
Nuestra boda duró 3 días, y tuvo 4 celebraciones. En otra ocasión entraremos en detalles. Lo que ahora nos interesa es que el 19 de Junio del año pasado fue cuando firmamos, con lo cual es la fecha oficial de nuestro aniversario. Y lo celebramos de la manera más romántica posible: viajando. Pero como un crucero es algo muy comercial, preferimos hacer el siguiente recorrido, extremadamente más bucólico: salimos a la 1h30am de la Turunkeli para coger el bus de las 2am que llegaba a las 4h30 al aeropuerto de Helsinki, para volar a las 7am hasta Madrid con escala en Frankfurt, donde curiosamente se quedaron nuestras maletas, y tuvimos que esperar 3 horas en el romántico aeropuerto de Barajas a que llegaran en el vuelo siguiente, por lo que posteriormente tuvimos que esperar otras dos horas en la estación Sur hasta las 18h que saliese el bus que llegó a las 0h15 a Sevilla. A que os da envidia? Pues ya sabéis, dejarse de cruceros por el caribe y tomar ejemplo de lo nuestro, chavales!
Al día siguiente teníamos planeado cumplir con una curiosa tradición. Cuenta la leyenda que cuando te casas alguno de los invitados debe robar los muñecos de la tarta y los novios deben ir a recogerlos un año después. Y en la celebración del 20 de Junio fueron mis primos del pueblo los que se encargaron del asunto. Así que pusimos rumbo a la Puebla de Guzmán para cumplir con la tradición. Echamos un día la mar de completo. Aparte de la alegría de ver a la familia, de comer una paella en el campo, de ponerse hasta el ojete de jamón, y de subir a ver a la Virgen de la Peña, ese fin de semana era la feria agrícola y ganadera del pueblo, por lo que disfrutamos de otras actividades atractivas, como las exhibiciones de ganado variado y el concurso de monta a caballo. Como una imagen vale mas que mil palabras (o al menos sí que rellena más espacio en un blog), ahí van varias fotos. En la primera estamos con la abuela al lado de un reno de Papá Noel (que como todos sabéis vive en Rovaniemi, y es vecino de los Lordi) para simbolizar el hermanamiento entre la Puebla de Guzmán y Finlandia.
Durante los siguientes días también hubo un par de momentos relacionados con nuestra boda. Y es que aunque fue hace más de un año, aun teníamos un par de regalos por cobrar. El primero era una sesión de baño y masaje en el Aire de Sevilla, unos baños árabes del siglo XVI que lo flipas. Fuimos gracias a la cortesía y generosidad del gran Kike de Bruselas. Merci mon ami! Nos acompañó una amiga colombiana de Martha que está de visita por Europa. La foto es de la salida, tomando un té y unos pastelicos morunos para recuperar fuerzas.
Y el segundo regalo de boda es más freak pero con más historia. Desde tiempos inmemoriales una vecina de mi madre me decía: "cuando te cases os regalaré una bandeja de alpaca, como antiguamente". Y nos casamos, pero como en ese momento no teníamos casa fija y vivíamos cada uno en un país diferente, tampoco pegaba tener una bandeja de alpaca por ahí metida en la caja dando vueltas por Europa. Pero como ya tenemos nuestro Turunkeli común y seguramente para años, la buena de Elena cumplió su palabra. Y nosotros cumplimos la nuestra ubicando la bandeja en un lugar privilegiado de nuestra casa finlandesa. Gracias Elena! Te queremos!
Y para cerrar el capítulo de casamientos, el último sábado de nuestra estancia hispánica nos desplazamos hasta Granada para asistir al enlace de los amigos Jorge y Curra. Fue en el Palacio de los Córdova (sí, por alguna extraña razón es con V), a los pies de la Alhambra, un lugar privilegiado. Pero lo mejor no fueron las vistas, sino que durante la entrada de los novios al salón donde se celebró el enlace sonó la Marcha del Imperio de la Guerra de las Galaxias! Y al salir, esa que suena al final cuando reciben con honores a Luck, Chewaca, los robores... una pieza de cuyo nombre exacto no puedo acordarme, y prefiero no arriesgarme a nombrar mal por si algún purista StarWarseiro se molesta. Para redondear la faena, entregaron a los presentes unas chapas identificativas customizadas. Las imágenes hablan por sí mismas.
Y esto ha sido todo en la primera entrega de la saga de Pelando Rábanos en Hispania. Para despedirnos, un par de imágenes que muestran el ciclo de vida de nuestro animal favorito: el cerdo ibérico!
